jueves, 7 de febrero de 2013


CAPITULO 4


Me acariciaba, todo el cuerpo quitaba mi ropa a su paso, hacía gestos perturbadores hasta que me dejo completamente desnudo, y recorría todo mi cuerpo con su lengua, “Eres un niño sucio Tomy” me repetía al acercarse a mi rostro, “Vamos ensúciame” y me acariciaba de nuevo, no le importaba que me dolieran los golpes propinados algunas horas antes, “Lléname de tu aroma Tomy” tocaba su entrepierna con descaro mientras mordia su labio "Tomy no sabes cuánto te deseo ¡MIERDA!" se acercó a mi me tomo por la nuca comenzándome a besar ansioso, yo no podia evitar llorar y sollosar, estaba completamente aterrado y él excitado, quería huir de ahí y largarme lejos, que la tierra me tragara de una vez por todas, desaparecer de entre sus asquerosas y exploradoras manos que acariciaban todas y cada una de las partes de mi cuerpo "¿PORQUÉ NO PUEDES ENTENDERLO?" Rozaba su cuerpo contra el mío que yacía desnudo sobre su cama, mientras el se desnudaba con desesperación "¡Venga! Yo se que tambien me deseas Tomy, tocame -jadeaba- acariciame, devorame Tomy dime que te la meta hasta el fondo vamos" al sacarse la ropa comenzo a masturbarse frente a mi, me limite a cerrar los ojos con fuerza. Respirar se me dificultaba a causa de eso comenze a hipar, las lagrimas recorrian una a una mis mejillas "TOM ENSUCIAME AAAH HMM" lamio mis labios gimiendo contra ellos aun sacudiendo su miembro de arriba a abajo con fuerza, su aliento entre cortado chocaba contra mi rostro y lo único que yo hacía era permanecer con los ojos cerrados con la fuerza suficiente que me permitían estos.

En ese momento pude salir de la prisión en que se habían convertido sus brazos y me precipite a bajar de la cama para poder correr hasta la puerta, acto seguido Jörg supo detenerme empujándome me pego a la fría pared, di un paso atrás por inercia, chocando de espalda con él, sintiendo la muy notable erección que cargaba consigo, intente alejarme pero él lo impidió, me tomo de la cintura y me pego aun mas a él, rozándome repetidas veces, acerco sus labios a mi cuello, y lo beso, lo mordía levemente de vez en cuando de un momento a otro aumentó mi llanto, ya no podía respirar y fue en ese momento que intente distraer mi mente engañarme a mí mismo, imaginando que estaba en otro lugar ausentándome un momento, pero sentí que me penetraba con fuerza haciéndome apretar los puños con mucha fuerza sin tener que apretar con ellas, mordí su mano por el dolor provocado por su bestialidad, me embestía sin compasión sin importarle el dolor que yo sentía, y mientras mordía su mano con más fuerza el aumentaba el ritmo de las envestidas como para desquitarse, apreté aun mas su piel del agarre y sentí reventar su esta entre mis dientes, de pronto broto sangre de su mano a borbotones y hasta entonces lo solté, el salió de mi automáticamente, me derrumbé en el suelo con un dolor insoportable en el culo la cadera y la espalda entera, me dejé caer al suelo.

— ¡Ooogh hijo de puta! ya veras, espero que con esto aprendas. Sabes que eres una persona sucia, estas manchado, ya no tienes importancia, las personas no te querrán porque eres gay, porque tu papá te ha follado, hueles a porquería y eso es lo que eres —Con una mano apretaba la otra con fuerza, intentando detener la sangre que esta emanaba—, eres una mierda y no vales la pena —Yo lo miraba desde el suelo, con los ojos llenos de lagrimas y con un dolor inaguantable, no sabía definir que me dolía más, si sus palabras, los golpes o lo que el mismo había hecho—. Deberías estar muerto, eso sería lo mejor para todos. Si le dices algo a tu madre no te creerá, porque ella no te quiere, estas aquí por error, solo queríamos a Bill, tú no vales nada para nosotros —Salió de la habitación, con la mano bañada en sangre empujando la puerta con uno de sus pies—. 
 
Me levante muy despacio, intentando no lastimarme más, no dejaba de llorar, caminé despacio por el pasillo con las manos en la cadera, me dolía… pero quería limpiarme, dejar de sentirme sucio, camine hasta la  ducha y abrí la regadera, entre en ella, y tome la esponja para restregarla en mi cuerpo con mucha fuerza, estaba bajo el agua, mi piel se tornaba roja por la fuerza empleada al hacerlo, yo la rozaba con la esponja hasta que me ardía, repetía para mi “no estoy sucio, estaré limpio como siempre”.  

— Aaah —Gritaba agudamente por la desesperación— estoy limpio ahh muy limpio —Aun gritaba— no estoy sucio —Rozaba rápidamente la esponja en mi piel— Aaaah me odio.

Salí de la ducha, me cubrí con una toalla, y anduve caminando lentamente con las manos en la cadera. Entre a mi habitación y me puse ropa limpia con la escasa velocidad que me permitía el cuerpo.

 — Jörg abrió la puerta de mi habitación escaneándome con la mirada— Hey princesita olvidaste tu ropa —La arrojo sobre mi cama seguido de un obsceno gesto y dio un portazo—

— Aaaaaaaah —La tome con fuerza y la arroje al cesto de basura que yacía en mi habitación, golpeándola con fuerza—.

Me recosté en mi cama y me cubrí hasta la cabeza, dormí profundamente hasta el día siguiente. No entiendo cómo es que me permitía dormir después de todo lo que había sucedido, y de saber que el permanecía en casa, quizá fuera el cansancio.

Soñaba que huía de alguien, corría sin parar, y a pesar de que sabía que era un sueño estaba aterrado, no podía despertar,  de pronto escuche una voz a lo lejos, “Tooomyyy Tooomyyy” volteaba a todos lados sin conseguir ver a nadie, seguía corriendo por un frio y abundante bosque, con un resbaladizo suelo por las hojas húmedas que ahí había, estaba descalzo, y mi ropa estaba sucia, rota y llena de sangre, me derrumbe debido a un torpe movimiento en el suelo aun buscando a quien me llamaba sin obtener resultados, estaba agotado, me recosté entre las raíces de un árbol, parpadee un par de veces lentamente, como intentando no quedar dormido y al abrirlos de nuevo… Me habían atrapado.
Di un salto sobre la cama, seguido de un dolor agudo desde la nuca hasta donde la espalda pierde su dulce nombre.

— Tranquilo cielo fue una pesadilla —Mi madre me tomo entre sus brazos y yo me queje un poco—

— Espera —me alejé de ella recostándome de nueva cuenta—

— ¿Aun te sientes mal? ¿Te duele mucho? —Acaricio mi rostro—

— Si, duele… —Dije entre quejidos y aleje su mano—

— Bien, hoy los  nuevos amigos de Bill vendrán por él. El aun tiene que ir a la escuela, cuando vuelva los dejare en casa con su padre. Por cierto, no lo mencione, ya aceptaron que tu padre trabaje en casa, este proyecto no es tan demandante, así que estará más tiempo aquí con ustedes —Mi padre era un arquitecto nunca me puse a preguntar mucho sobre eso, así que no tenía ni la menor idea de que podría hacer ahí. La mire y trague saliva. ¡Bravo! Lo que me faltaba, que el enfermo de mi “padre” pudiera pasar más tiempo conmigo, aplausos para la mejor madre del mundo— 

— Quiero dormir —Tape mi cabeza con las sabanas, ella suspiró pesadamente y salió de la habitación en seguida—

—Tomy ¿No iras a la escuela? —Bill entro a la habitación—

— No, aun duele —seguí con el rostro cubierto como si fuera un cuerpo sin vida que yacía en una camilla del hospital—

— Mmm… ¿Tomy?…

— ¿Huh? —Mis ojos de un momento a otro se tornaron llorosos, papa se quedaría con nosotros. El día apenas comenzaba y ya tenía malas noticias. Descubrió mi rostro—

— Te amo —Sonrío con ese rostro angelical que solo él tenía y con los ojos llenos de luz, beso mi mejilla y siguió alistándose—  

— Yo también —Al mirarlo mi rostro dibujo una torpe sonrisa, las lagrimas permanecían al filo de mi ojo queriendo escapar de su prisión, a lo que yo me negué—

— Oye tomy, yo podría hacerme pasar por ti para que no faltes a la escuela —Me decía mientras se colocaba los zapatos—

— NO! —Casi di un bote en la cama de la sorpresa—  

— ¿No? —Me miro con asombro— ¿Por qué? —Sonrío de nuevo—

— Te golpearan si lo haces —Me senté sobre la cama con más calma y con cuidado para no lastimarme—

— Cielos, no lo recordaba —Hizo una mueca graciosa, difícil explicarlo, levantaba una ceja, miraba hacia arriba y su boca la hacía en un piquito de lado—

— Deberías, es por tu bien —Sonreí cálidamente—

— Hablas como mamá, solo te falto “y no hables con extraños, no subas a autos de personas sospechosas, y antes de comer lávate las manos” —Imitaba la vos de mi madre e incluso se contoneaba como ella—

— Hahaha “si te ofrecen dulces, no los aceptes” —Hice la misma voz y ambos reímos a carcajadas—

— ¡BILL LLEGARON POR TI! —Grito mamá desde abajo—

— YA VOY —Levantó la vos para hacerse escuchar por ella— Tomy cuídate, me  iré con mis amigos a la escuela —Se acerco a mí para despedirse— después vuelvo —Lo abrasé con tosa la fuerza que tenía—

— Cuando salgas de la escuela te esperare en el parque de siempre —Lo solté—

— Está bien —sonrío y me dedico una tierna sonrisa al tiempo que salía de la habitación y bajó las escaleras a prisa—

Mire por la ventana hasta que desapareció de mi vista. Al regresar la mirada a la habitación,  había un chico ahí, no se veía su rostro, solo su silueta provocándome por poco un paro cardiaco.

— ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres? —Me paralice de la impresión sin poder creer lo que mis ojos percibían—

— Soy tu ángel —No salía de las sombras, y sinceramente no me tragaba ese cuento. ¡Bah! Un ángel… si en verdad lo era no le llegaba ni a los talones a mi ángel personal—

— No te creo —Quería salir corriendo de ahí, pero no podía estaba incapacitado—

— Haha —rió encantadoramente- Solo tienes que hacer lo que yo te diga, y si lo haces ya no tendrás más problemas con tu padre.

— ¿De verdad? —Sonreí por inercia al imaginarme siquiera que fuera cierto—

 — ¡Claro! No tendrás que mentir más a tu madre ni a tu hermano

— ¡Tom! —Simone abrió la puerta y él desapareció como por arte de magia- Debo ir al banco, vuelvo en una hora.

— S-si mami —Cerró la puerta y me quede sin hacer movimiento alguno o intentar alejar la mirada de donde se suponía mi “ángel” estaba—

Baje las escaleras lentamente camino a la cocina con las manos en la cadera cada una rodeando uno de mis costados, al llegar a esta tomé el cereal y la leche para preparar mi desayuno mientras mi cabeza vivía en otro mundo y en ella daba vueltas la creatura que en mi cuarto había revelado su identidad, después de desayunar me senté frente la TV encendiéndola y mire las caricaturas un rato, el ambiente estaba un poco frío así que para mayor comodidad y unos pies calentitos me propuse conseguir algo que los cubriera y al resto de mi también así que baje una frazada de mi habitación y me puse aun mas cómodo si cabía, me recosté en el sofá, En la televisión ponían un maratón de Tom y Jerry, era mi caricatura favorita por alguna extraña razón, al cabo de un rato llego mamá con el teléfono entre el hombro y la oreja y con bolsas del supermercado que parecían muy pesadas y la hubiera ayudado, pero en mi condición no me atrevía a levantar ni una hoja de papel tirada en el suelo.

—Voy para allá, si, si no me tardo —Colgó con un gesto de una mezcla extraña de angustia, enojo y poca paciencia—

— ¿A dónde vas?  —Pregunté mirando cada uno de sus movimientos con mucha atención y me levanté al fin decidido para ayudarle con las bolsas—

— A tu escuela, parece que Bill tiene problemas con algunos compañeros —Buscaba con desesperación algo entre las bolsas del supermercado—.  

— ¿Que le hicieron? ¿Le pegaron? —Cuestioné aun sin apartar mi mirada sobre ella con notoria inquietud—

— No, solo lo molestaban pero debo ir y así ya me explican con más detalle, lo traeré antes de que todos salgan.  

— Espero que no le peguen —Volví al sofá resignado— ¡Oye mami! ¿En dónde está papá?

— Salió desde temprano pero en la tarde vuelve.

— Está bien…

Ella salió de casa y fue a mi escuela. Y yo esperaba que a Bill no lo hubieran dejado tan golpeado como a mí o algo por el estilo. Quizá solo había ido llorando con algún maestro y eso los había alarmado, con lo llorón que él era no me sorprendía.  
Mi madre volvió pero no por mucho, ni siquiera sabía por qué salía tanto o si lo hacía regularmente y ahora que lo recuerdo ella y mi padre en ese entonces no tenían una muy buena relación.

— Tengo que salir de nuevo hijo —Para mi Simone siempre había sido una mujer muy ocupada, jamás estaba mas de tres horas en casa, si no era por nosotros—

—Mami, ¿Siempre sales mucho? —La miré desde el sofá por unos segundos y volví a concentrarme en la televisión—

—No cielo, solo hoy he estado muy ocupada —Solo escuchaba ruido que provenía de algún sitió fuera de la sala de estar—

—Y ¿Papá llegará tarde? ¿Después de que Bill salga de la escuela?

 —Sí, creo que llegara a las 5 de la tarde, no estoy segura.

— ¿Qué haces? —Escuchaba con atención todo el alboroto que estaba seguro que ella provocaba—

— Algo para que desayunes —Y ahora parecía que tiraba los platos a propósito—

— Mmmm… huele rico —ignoré su torpeza y fingiendo no haberme dado cuenta— Mami… ¿Qué significa estrafalario?

— Es… Hmmm… es como… —Intentaba concentrarse en ambas cosas y quizá aun mas de las que yo sabía— Es como algo loco, o alguien muy loco, no sé como explicarlo cielo. Pero ¿Porqué estas tan preguntón ah? —Se acerco a mi—

— Porque en la tele lo dijeron –sonreí sin siquiera pensar en mirarla—

— ¿Ya te sientes mejor?  —Cuestionó con un tono meloso haciéndome saber que se preocupaba por mi estado, acaricio mi cabeza de la misma forma como cualquier madre lo haría—

— Si, mami —Asentí con la cabeza al mismo tiempo—… ¿No tenias que salir?

— ¡CIERTO!  Casi lo olvido —Mi madre salió apresurada de casa, y yo al mismo ritmo me levante y corrí a las escaleras pero a mitad de ellas apareció el dolor de nuevo, así que subí con más cuidado, lo único que me preocupaba era que Bill se diera cuenta de lo que me había pasado, yo no podría correr ni jugar, nada. Al llegar a mi habitación, me duche y me aliste para ir al parque, tendría que ir caminando así que saldría media hora antes—.

Camine hasta el parque a paso lento, no había por que apresurarse ya que iba temprano, al estar ahí me senté en una banca en el parque, cerré los ojos, espere que pasara el tiempo, pensaba en lo bueno que sería morir, para que mi papa dejara de hacerme esto, pero a él no le importaría y tal vez seguiría con Bill, preferiría que eso no pasara,  yo me arriesgaría a vivir en un infierno, solo para que Bill no pasara por lo mismo, claro que siendo un niño, solo un niño, no lo pensaba tan seriamente, pero ahora yo sé lo que sería capaz de hacer, y solo para que Bill no pasara por lo mismo, para que no se sintiera como yo, y para que no necesitara de alguien para ser feliz, y que no intentara olvidar su infancia, olvidar los buenos momentos, para que estos no lo llevaran a recordar los malos, como lo hacía yo que olvidé prácticamente la mayoría de mi infancia, en los únicos recuerdos que pude rescatar en mi memoria esta Bill. Pero lo que quisiera olvidar aun está en mi cabeza, casi como si lo hubiera vivido ayer.

De pronto alguien me abrazo irrumpiendo en mis pensamientos, estaba más que seguro, solo una persona lo hacía… solo él, la persona por quien daría la vida entera.

— ¡¡¡¡Tomy!!!! —Me rodeó con los brazos ejerciendo mucha fuerza, casi la necesaria para asfixiarme pero no la suficiente—

— ¿¡Que pasa!? —Pregunté algo alterado, si no fuera porque me abrazaba podría jurar que me hubiera levantado de un brinco—

— ¡¡¡Escóndeme Tomy!!! —Me apretaba cada vez más fuerte, su respiración estaba agitada como si hubiera corrido un maratón de 5 kilómetros o como si viniera de una corrida de toros—

— ¿Qué? ¿Por qué? —me estaba alterando la forma en que se comportaba, temblaba y su piel se sentía caliente, supongo que del susto o quizá sería a causa de lo agitado que había llegado hasta el parque—

— Ahí vienen, ven rápido —Me tomo de la mano y me llevo casi a rastras tras unos arbustos, tengo que admitir que mi condición no ayudaba en mucho, sin embargo Bill estaba tan lleno de adrenalina que podía bien cargarme hasta el sitio en el que nos encontrábamos de un momento a otro— Shhhh no hagas ruido —Coloco su dedo índice sobre sus labios después de chitarme para guardar completo silencio y no ser descubiertos por cualquiera que fuera la razón—     

Nos quedamos en silencio unos minutos. Unos chicos pasaron corriendo por ahí, buscaban algo que yo no sabía descifrar, con mucha desesperación miraron hacia todos lados a su alrededor sin obtener nada en absoluto.

— ¿Quiénes son ellos? ¿Qué te hicieron? —Me aparte del menor con el rostro lleno de intriga y confusión—

— Me querían llevar Tomy —Pude notar algunas lagrimas recorrer sus mejillas mientras apenas y podía entender lo que decía el delgado ser frente a mí, mientras yo no podía salir de mi  confundida fosa de preguntas sin respuesta. ¿Qué había sido todo eso?—

— ¡¿QUE?! —Pude vociferar al fin con casi terror de imaginar lo que hubiera sucedido de no ser por lo que fuera que lo hubiera salvado—

— Estaban en un auto fuera de la escuela, yo iba caminando y me jalaron del brazo, pero mis amigos me jalaron para que no me llevaran, todos corrimos por todos lados y ellos nos perseguían, pero después solo me seguían a mi, tomy no quiero que me lleven —Él hipaba al hablar, sus ojos aun llenos de lagrimas y su rostro tenía ese gesto de pánico como los de las películas de terror yo solo me limité a abrazarle con todas las fuerzas que me permitía mi lesionado cuerpo—

— No te preocupes Macky todo estará bien, mañana yo también iré a la escuela y volveremos juntos, nadie te alejara de mi. Ya verás —Sonreí demostrando aparente seguridad en mis palabras, no quería ver ese pánico en la persona más importante de mi corta y jodida vida—    

— Si tomy, nadie nunca nos separara —Me abrazo como si nunca volviera a verme, como si fuese el ultimo día de nuestra existencia, y cuando se tranquilizo nos recostamos en el césped para mirar las nubes— …Tomy, ¿Por qué a los demás niños no les gusta que nos tomemos de la mano? —El curioso tono de su vos le daba sutiles tonos color azul en mi imaginación, ya que yo permanecía con los ojos cerrados—

— Ya me habías preguntado eso Bill… —Conteste con un tono cansado y harto por así decirlo, pensar en lo estúpido y ridículo en el comportamiento de los demás niños en la escuela me hacía sentir enfermo—

— Pero aun quiero saber —Me miro fijamente mientras su boca formaba un puchero al que no me podía resistir—.

— No lo sé, son estúpidos —Solté con altanería dejando de lado el tenso ambiente que se había formado con la primera pregunta, sonreí satisfecho con mi absurda respuesta—.

— Tom de verdad quiero saber… —Se torno muy serio de un momento a otro para hacerme saber que de verdad quería una respuesta—

— Ellos no nos entienden, no creo que se imaginen como se siente tener un gemelo. Son tontos —Me encogí de hombros rendido ante la seriedad que él implantaba—

— ¿Por qué nos miran feo cuando nos decimos te amo? —Recostó su cabeza sobre mi pecho suspirando tan cansado de las burlas como yo—

— No lo sé Bill, tendrías que preguntarles —Contesté cansado de las preguntas sobre temas desagradables y bufé maldiciendo entre dientes—.   

— ¿Y si creen que somos gays? —Aparto levemente su cabeza de mi para poder mirarme con atención—

— ¡¡¡¿QUE?!!! ¡YO NO SOY GAY! —Casi di un bote de mi lugar en el suelo, juro que si no fuera porque parte de mi gemelo estaba sobre mi hubiera quedado de pie. Lo cierto era que escuchar la palabra “gay” dirigida hacia mí me enfermaba, me lastimaba más que cualquier otra cosa, me sentía mal, y lo peor era que pensaba que era cierto, que por los abusos de Jörg me había vuelto gay aun que no lo quisiera aceptar, el era como mi dueño, como cual perro—.

1 comentario:

  1. OO: Que feo que Tom sufra en silencio u.u deberia decirle a su mami y tal vez le crea y le cuide màs (: y que fue eso que querian secuestrar a Bill? ><' y csm es feo cuando abusaron de Tomi :c pobre! Ojala le pase un tren por encima de su padre!
    Segui pronto Ari :c

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