jueves, 4 de octubre de 2012

CAPITULO 1


TOM
Estaba sentado en el sofá abrasando mis piernas, el dolor era insoportable, no podía dejar de llorar, no había nadie en casa, solo él y yo, aun no se como fue que llegamos hasta ese punto, un día antes estábamos tan felices… y él me abrazaba como siempre, lo único que me intrigaba era su forma de mirarme, pero nunca preste atención a eso … y al otro día, esto?
por la puerta entraban mama y Bill, yo aun seguía en el sofá,
Jörg se había ido a la cochera, Mama me observaba con extrañeza…

Simone: estas bien hijo?-asentí con la cabeza. Bill me miraba fijamente, él sabía que yo tenía algo, me tomo de la mano y me llevo hasta la habitación casi a rastras, me sentó en mi cama regreso hacia la entrada y dio un portazo- 

- ¿qué pasa Tomy?

- nada –miraba el suelo-

- Tomy –se arrodilló frente a mi- mírame! –Cerré los ojos- ¡TOM! Yo quiero saber
Que pasa, no nos esconderíamos ¡nada! ¿Lo recuerdas? –levanto la mano como aquella vez que lo prometimos-

- no quiero –hice un puchero y apreté más los ojos-

- ¡no importa! Dime, siempre estaré contigo –me tomo las manos-

- es que… –mama abrió la puerta interrumpiéndonos-

- niños ¿todo bien? –Nos miro a ambos-

- si mami –dijimos en unísono-

- ¿van a comer?

- no gracias –me recosté en la cama y cubrí mi cara con ambos brazos-

- si vamos a comer –dijo Bill dirigiéndose a mí con autoridad-

- Tom, amor ven aquí… vas a comer -salimos todos de la habitación hacia el comedor, yo tenía el estomago revuelto y unas ganas tremendas de vomitar, me sentía asqueroso. Al entrar a la habitación ahí estaba él sentado como si nada hubiera pasado… estaba sentado en la silla frente a mí, y mientras ellos no veían me hacía gestos desagradables… de pronto sentí como algo recorría mi pierna, yo intentaba ver que era, pero se me hacía imposible por la mesa, Bill se levanto a la cocina y mi mamá tras él, no sé porque se fueron pero lo ignore, me intrigaba mas lo que sentía en mis piernas, me agache sin discreción, bueno siendo un niño de 7 años es imposible esconder lo que sientes o piensas, y yo en ese momento estaba más que asustado, estaba aterrado, bajo la mesa que no era muy grande el tenia mi pierna entre las suyas, mi rodilla tocaba su entrepierna, estaba a punto de gritar, pero él se abalanzo sobre mí y me tapo la boca-

- ¡cierra la boca! Y más te vale que nadie se entere de lo que hice, o te puede ir peor. Te lo advierto ¿entendido? eres un niño sucio, y si le dices a alguien nadie va a querer estar contigo -asentí con la cabeza desesperadamente-
Al escuchar ruido mamá y Bill volvieron rápido al comedor, Jörg ya estaba sentado fingiendo que se había caído su vaso de agua.

- ¿que fue todo ese ruido?

- nada… es que moví mi brazo y tire el vaso de la mesa

Mama me volteo a ver, agache la mirada y fingí que comía, mis ojos se llenaron de lagrimas inesperadamente, ahora nadie podía saber nada de lo que había pasado, y yo no me quería arriesgar a alguna tragedia, no soporte mas la tención y me levante de la mesa sin siquiera haber tocado la comida, no tenía hambre ni sueño, nada, simplemente recordaba ese momento que quedara siempre marcado en mi mente.

 - Tom ¿a dónde vas cielo? no has comido, ¿estás enfermo? ¿te duele algo? dime que tienes hijo

- ya no quiero comer  –corrí hasta mi habitación, Bill me miro con intriga-

- mami ¿puedo levantarme? ya termine -dijo Bill al haber comido-

- está bien cariño, puedes levantarte

 Subí a mi habitación y me tire a llorar a la cama y es que la impotencia que sentía era terrible no le podía decir a mama ni a Bill a nadie, no sabía qué hacer
Estaba sumido en mis pensamientos cuando entro Bill a mi habitación

 - Tomy por favor ya dime qué te pasa, yo te comprendo eres mi hermano mi gemelo ¿o acaso ya no confías en mí?

- no es que no confié en ti Bill, es que si te digo no me vas a creer y me vas a odiar y no quiero eso -lo abrace por inercia y comencé a llorar de nuevo-

- Tom me estas asustando ¿qué es tan malo como para que llores?

- no es nada Bill ya no importa, se me pasara, déjame dormir

Me quede pensando toda la noche, bueno en realidad no podía estar tranquilo, estaba tan cansado y asustado que no me di cuenta cuando me quede dormido.


Pasaron algunos días y Jörg no me había vuelto a tocar. Esa mañana mamá nos despertó como todos los días.

- niños levántense –movió a Bill y después a mi-

- si si mami 5 minutos mas –sin abrir los ojos-

- hmmmm -levantándome con los ojos medio abiertos-

- ¡¡anda Bill!! –Lo movió de nuevo-

Me dirigí a ducharme, tome mi toalla y camine con pasos torpes por el pasillo hasta llegar frente a la puerta, gire la manija y entre, comencé a desvestirme, y entre a la ducha, gire la llave del agua caliente -puse la mano en el agua para verificar la temperatura- fría…-ahora con el pie- aun fría… -ambos- tibia…tibia…aaah caliente -abrí la llave de agua fría y al estar tibia de nuevo entre en ella, me duche rápido y me sequé y enrolle la toalla en mi cintura, salí de ahí  encontrándome con Bill en la puerta, fui a mi habitación, me vestí y baje a desayunar.  

- ¿que hay de desayunar? –baje corriendo las escaleras y me senté en la mesa-

- cereal con leche

- solo cereal –estaba serio, a pesar de que ya hacía días de lo que había pasado, estaba asustado, me sentía sucio, manchado, asqueroso, y que yo no merecía estar con nadie-

- si solo eso –me dio mi plato y la caja de cereal-

- tengo hambre! –bajo gritando y corriendo-

- hay cereal

- son frut lups? –una gran sonrisa se dibujo en su rostro. Lo envidiaba, el era tan feliz, me gustaría estar en su lugar, aunque no me agradaría verlo en el mío, no se lo desearía a nadie-

Acabamos nuestro cereal nos lavamos los dientes y salimos de casa, caminamos hasta la parada tomados de la mano, esperábamos el bus, se paro frente a nosotros, era nuestro primer día en esa escuela, todos los niños nos miraban por las ventanas murmurando cosas, Bill apretó mi mano más fuerte que nunca y subimos a él, y nos sentamos en los primeros asientos, todos quedaron en silencio en un instante.

- ¿porque todos nos miran raro Tomy? –Aun me tomaba de la mano-

- porque son estúpidos –solté con mala cara y mire por la ventana-

- ¡Tom! –Abrió la boca de asombro-

 -voltee a mirarlo espantado- ¿que?

 - dijiste una mala palabra –cubrió su boca-

- ups –sonreí, solo con Bill podía estar feliz, él era el único que me hacía sentir bien, siempre era muy dulce-

- grosero –me dio un golpecito en la boca-

- hey -lo mire con los ojos entrecerrados y golpee su brazo levemente-

- ¡oye malo! –Reímos ambos, de pronto algo irrumpió en nuestra pequeña burbuja-

- oye niña –se dirigió a Bill- ¿el es tu novio?

 -me miro y se volvió a él sonriendo- no yo…  

 -lo interrumpió- o…¿cuál de ustedes es la novia? –estaba acompañado con otros 5 niños, se veían mas grandes que nosotros, y todos comenzaron a reír era un chico molesto, en verdad lo era, pero no podíamos meternos en problemas el primer día, tire de la chaqueta de Bill un poco para que me mirara-

 -volteo a mirarme- no les hagas caso –musite en un murmullo-

- bueno –bajo la mirada-

- par de niñas –se burlo y golpeo la cabeza de Bill, él sobó su cabeza aun mirando al chico, sentí un gran calor recorrer todo mi cuerpo, estaba a punto de pararme y romperle la boca, pero al ver el rostro de Bill me detuve, estaba a punto de llorar así que lo abrasé con fuerza-

Todo transcurrió normal los primeros días, el chico aun nos molestaba, pero nada fuera de lo normal, comenzamos a hacer desastres en el aula, prácticamente todos los maestros nos odiaban y solo a unos días de haber entrado.
Realmente había disfrutado de aquellos días, Jörg había tenido mucho trabajo y no pasaba mucho en casa, Bill y yo juntos en la escuela, estudiábamos juntos, hacíamos tarea juntos, todo era genial. 


Solo pasaron algunos meses, todo aun estaba tranquilo para mí, aun así me sentía mal, nada era como antes, en la escuela me había empeñado a pasarla lindo con Bill a costa de los demás, no nos importaba nadie más, solo nosotros dentro de nuestra burbuja, tanto que habíamos descuidado la escuela en sí. Tenía una necesidad tremenda de estar con él, aun que no hiciéramos nada, solo me gustaba estar a solas con él, sin nadie más, no entrabamos a clases, cambiábamos nuestra ropa, fingíamos ser el otro, aun lo hacíamos.
Aquel periodo, al citar a mi madre para revisar nuestro desempeño nos fue peor que una paliza propinada por los chicos que nos odiaban, estábamos esperando solo nosotros en el aula, los padres de los demás niños ya se habían marchado junto con ellos, mi madre aun no llegaba, y no sabíamos porque, me imagine que había tenido alguna discusión con Jörg de nuevo, eran muy largas esas “charlas”.

1 comentario:

  1. Esta bien pituda jkaskalklasd ya en serio esta padre (: lo violo? ;-; sufren mucho ;--; pasa a la parte bonita xD bueno espero el sig. capitulo Chaú!

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